jueves, 1 de julio de 2010


“La Función del Aburrimiento”
Mónica Beatriz Peisajovich

Quiero contarles la historia de un aburrimiento en una analizante de 13 años y cómo lo atravesó.

Primer Parte: “El Libro y El Sueño”

Lo que van a escuchar a continuación, es el texto escrito por ella de puño y letra:


Primera Sesión:
Título: “El Show del Aburrimiento”:

“Defino una persona que no le gustan las cosas que tiene, que no tiene nada que hacer, que está triste y no se dio cuenta, que siente un vacío dentro y cree que hay que llenarlo.”
“Relación Por la madre: es Por que hay una madre en exceso, insistente en hacer las tareas del hogar, en puntualidad.”
“Relación Por el Padre: un Padre que duerme en exceso, que está siempre dormido (no despierta); no le gusta divertirse. Vive para trabajar y dormir.”

Segunda Sesión:
“En mi casa, me aburro, Porque no hay nada Para hacer (está relacionado con el juego), no hay juegos, la Internet se corta por intervalos, también está la tarea del colegio que cada día está poniéndose Peor.”

Tercera Sesión:
“en mi casa me aburro porque me aburro, me divierte la computadora, la televisión, las Personas que me arren es mi Papá, porque está todo el día en la cama durmiendo.”


Cuarta Sesión:
“Mi tío siempre me jode y me aburre, y creo para mí la persona más aburrida del mundo.”

Hacía poco más de un año que la analizante asistía por derivación de la Escuela, a la que concurría desde Jardín de Infantes. Durante el primer tiempo del Análisis, pudo revertir ciertos síntomas motivo de consulta: 1) No se relacionaba con los compañeros, 2) sus pares se burlaban de su excesivo peso, 3) Tenía bajas calificaciones.
Entonces, todos estábamos contentos.

¿Qué la hizo pasar de una lengua con musicalidad a una lengua de madera?

En diciembre, al finalizar las clases, me planteó no querer asistir hasta marzo porque estaba cansada y se aburría, le dije que esto debía conversarlo con sus padres. Le ofrecí ir a la plaza ubicada a 3 cuadras del consultorio, como ya lo habíamos hecho en otras oportunidades: aceptó. En el camino y en el lugar: se inquietó, por lo cual tuvimos que volver enseguida.


También habló de su temor a la Secundaria, lo vivía como un paso muy grande, tenía mucho miedo, lo que acarreó que el interés por el estudio decayera en detrimento del aumento de la búsqueda recurrente en la imagen: televisión y computadora. Tampoco tenía ganas de jugar en sesión.
Realicé una entrevista con los padres, en la que acordamos continuar el tratamiento, excepto los casi 2 meses del período vacacional. Superado el escollo de los padres, vi a Juana una semana después y dijo que quería que terminaran las vacaciones, “ya no las soporto, estoy aburrida en mi casa”. Le recordé que era diciembre y que faltando aún dos meses, su descanso recién comenzaba.
Les cuento que Juana es hija única, vive con sus padres y su abuela materna (quién suele pegarle como forma de castigo) y su perrita “Luna”, así llamada por ella, la cual es tratada como un bebé. En la planta baja de su casa, vive su tío materno a quién nombraba siempre como un ídolo.

En el juego del deseo, los dados están cargados y las cartas están marcadas.

Al mes de comenzar las clases, comenzó con una queja a repetición del cansancio y del sueño en sesión. Tiraba su metro setenta y sus 84 kilos en un sillón y se tapaba los ojos. Le propuse dormir: a cambio de contarme su sueño al despertar y bajo mi promesa que a los 30 minutos la despertaría. Aceptó con desconfianza. A los minutos pactados: despertó sola.

Su producto fue el siguiente:
“soñé con algunas cosas del pasado, mi abuela (paterna), cuando lo enterraron, fue horrible, una día de mucho calor, viernes santo, hace dos años…veo el cadáver…”
Esa hilacha, que es relatada no a cualquier persona.

En la siguiente sesión dice nuevamente estar cansada, retomo el sueño de la sesión anterior y asocia:

“ayer hizo diez años de la muerte de mi abuelo materno”, tiro un poquito más de la soga recordándole su fallido: abuela, comenzando a hablar sobre esa muerte sucedida hacía dos años, luego de una internación en el “mismo” hospital donde trabajan la madre y el padre, donde cada mañana va a esperar llegue su horario para ir a la Escuela, donde cada mediodía va a esperar que su padre termine de trabajar para venir a sesión o para ir a su casa: esta espera produce hostilidad como modo de defensa yoica frente a la proximidad del goce. Cada mañana Juana revive el final de la enfermedad de su abuela, cada mañana revive: la ceguera, la mudez, el ahogo…cada semana me trae esto a sesión. Y en cada sesión me preguntaba qué más podía hacer para que el aburrimiento y la desesperanza se evanecieran de su ser, claro que ella se ingenia bien para tener siempre material para trabajar, ustedes han visto cómo se trabaja en estos casos de adolescentes con fenómenos de borde, pero como mi deseo de analista estaba muy apostado: a mi juego me llamaron, sólo tenía que recordar que ya tenía puesto el disfraz de “objeto a”, causa de deseo ,a-izar a la analizante, objeto convocado en la angustia de la cual ella…nada quería saber. En algunas sesiones llegó con sus caramelos “mogul” para comer durante la sesión uno tras otro, para mostrar su voracidad, la voracidad del Otro, proyecto ultra secreto que mantenía en relación a su objeto oral: usó chupete hasta los dos años y medio y costó mucho retirarlo.
Mo-gul………..gula de mot, de la palabra, del significante que hace Cuerpo en su Obesidad, gula de mére…de la madre que no facilitó el fort-da como proceso de alienación-separación sino que quedó plasmada en el ooo que Freud nos recuerda en el juego de su nietito haciendo desaparecer el aaa, plasmada en el “aquí sin allí”, sin distancia.
Mónica …………….. la madre……….. ooo
Mónica …………….. la analista ……. aaa
Sólo un corte alcanzó para hacer marca en la estructura: “Comé después…si comés en sesión: no podés hablar. Quiero escucharte, quiero jugar con vos”, fueron mis palabras y se levantó contenta a buscar un juego.
En otra oportunidad, el padre fue a buscarla con una bolsa con golosinas que intentaba esconder para que yo no lo viera, permanente ofrecimiento que constituye “el punto de a-no-nada-miento y oscuridad”. Como si no alcanzara con una privación que hace ausencia, la golosina: niega la nada y niega al Padre (deseo y ley: se fusionan y son la misma cosa).
Presa de una existencia que le pertenece pero que no se queja: el Don del Padre es un objeto oral del cual la madre, también se alimenta y tampoco se queja, participa de la misma extorsión: los Tres tienen Obesidad, deseo de Cuerpo del Otro y nada más. Juana está engullida por el Otro donde el Principio de Placer está acotado por la presencia de tanto Objeto Oral, en la plaza se persigue con la golosina: aparición de un superyó que no calla su voz en la demanda fulgurante y mirona diciendo: goza!!...

Segunda Parte: “El Dibujo y El Juego”

Pregunto a Juana si quiere dibujar y dice que sí, al concluirlo le pido que arme un cuento de ese dibujo y yo lo escribo. Les leo su escrito:

“Los Cuatro Amigos”
Había una vez 4 animales: un elefante (la madre), un cocodrilo (tío paterno), una jirafa (tío materno) y un león (el padre) que caminaban por la selva para ir a su casa y era una noche con luna llena y estrellas y los 4 amigos estaban caminando y se cansaron y se acostaron en un árbol.
Al día siguiente, el león dijo: “¿qué hacemos aquí recostados?”
La jirafa respondió: “no sé”.
El león dijo que siguiéramos el recorrido.
A la tarde, el cocodrilo dijo: “ahí está mi casa, chau”
Los tres amigos siguieron para su casa y la jirafa encontró su casa y a los 2 amigos les dijo: “chau”.
A unos pocos km. de la casa de la jirafa, el elefante dijo: “ahí está mi casa, chau al león”
Y el león no pudo encontrar su casa y se quedó.
Fin

En la primera sesión hizo un dibujo (silueta a lápiz rellena con papel glasé brillante): una expresión de su pulsión sexual; Segunda sesión: lo terminó y escribió la representación de su dolorosa situación familiar, la madre regresando a su casa el padre quedando afuera, perdido. Tercera sesión: repitió el dibujo en plastilina. Cuarta sesión: volvió sobre él, pero no quiso terminarlo y pidió jugar. Repetición y Goce otra vez armaron el circuito.

El Juego:
Su juego preferido es el UNO, actividad que me permite reconocer si está más cerca de la imagen o de lo cuantificable. Comenzaba a ponerse ansiosa por ganar y a enojarse si perdía en ciertas jugadas, marcándome mi error, frente al cual yo me reía.

Tercera Parte: Conclusiones:

El aburrimiento se presenta entre el IMPEDIMENTO y la inhibición, porque toca la imagen, dejando al sujeto sin emoción, ocupando el eje de la sincronía, produciendo atemporalidad, impotencia de lo imaginario, eje metonímico, del Ideal. El encuentro con la inhibición implica un hito clínico porque:
1) antecede al síntoma;
2) allí anida el inicio de la secuencia que desembocará en la letra comandada por el inconsciente como fundamento.
Si la analizante está inhibida y el dormir separa el cuerpo del goce fálico, funcionando cuasi función privación, si el sueño es una inhibición activa, injerto lo Simbólico por la vía de la Interpretación (Mirada y Voz) ubicada en espejo a ella.
El síntoma en un adolescente es a construir CON la presencia del analista, luego de vaciar de sentido las representaciones, responde al síntoma de la pareja, representante de la VERDAD, más cerca de la subjetividad materna, la adolescencia se nos presenta como un momento óptimo para oír el síntoma y producir una rectificación subjetiva.
El recorrido del síntoma en un adolescente es doble, síntoma en lo Real cuya dificultad se expresa en lo Simbólico, el cual siempre es incompleto:
- del s (A) …………………..> A (1er piso del grafo, lugar del enunciado en el entrecruzamiento con el objeto metonímico)
- del s (A) ……………………> S <>a (2do piso del grafo, lugar del fantasma, de la fórmula de la pulsión)
De donde se desprende que:

$ = a
S1 x donde x= S1 x a siendo x el lugar ocupado por el aburrimiento
$
Juana es tomada como “objeto” de la madre, su única función es revelar la Verdad de este objeto cual negativo de una fotografía mal tomada: el “a” saturando la falta y respondiendo con su obesidad, su cuerpo, buscando en el analista el lugar de esta falta desconocida en la madre; hay un exceso de la falta de la falta. La relación del sujeto con el deseo necesita la estructuración del fantasma el cual termina de consolidarse en la adolescencia, sincopado temporal de la función del a.
Una ocupación comienza a convertirse en seria cuando lo que la constituye, su regularidad llega a ser perfectamente aburrida. Esta serialidad podemos seguirla dentro del marco de lo familiar: es más aburrido lo que se le presenta en casa que en la Escuela, Juana creía antes de todo esto que asistía para divertirse.
Algunos adultos creen que los niños tienen que acostumbrarse a todo y soportan SIN MANIFESTACIONES APARENTES, la ausencia de intercambios simbólicos para su deseo y la pasividad solitaria a la que se ven reducidos: la analizante asistió durante 4 meses a la Guardería del Hospital donde trabajan los padres: “nunca lloró” – dijo la madre orgullosa. Son bebés que comen y duermen, no molestan a nadie, no se asoman al deseo porque no hay simétricamente un prójimo que desee ver y escuchar jugar a los niños con él, aislamiento de la cuna, carencias del Otro que al cruzar estructuran un sentimiento de abandono que se convierte en modo de vida de un aburrimiento latente en el que se siente seguro.
En el sueño, el fallido “lo enterraron” "lo internaron"........ lo refería a la muerte de su abuelo materno, sucedido a sus dos años y medio de edad. Sin saberlo, Juana se estaba refiriendo al duelo de ambos abuelos, de lo cual la madre se dio cuenta dos semanas después, cuando al llegar a la consulta acompañándola, dijo que fueron juntas al cementerio, y por primera vez, lloró sin consuelo. La abuela paterna había fallecido tres meses antes de comenzar el tratamiento.
El duelo no tramitado en la madre, pasó como duelo a la hija, a esa edad, con lo cual me aboqué a trabajar sobre ambos duelos y luego: hacer función de vacío para, a posteriori, construir el objeto( ya que el objeto está detrás del deseo) el duelo toca el S1 y éste no era el único duelo por el que la paciente tenía que pasar, dada la transadolescencia que la atravesaba: frustración, privación, castración son las tres formas de duelar el falo.
Si el duelo ocupa el lugar del Acting Out, futura constitución del deseo, el sujeto consuma por segunda vez al objeto amado, su Yo sostiene todos los vínculos en detalle con el fin de restaurar el vínculo con el Verdadero Objeto de la relación: el objeto enmascarado; vínculo a nivel escópico por lo que el deseo está suspendido a nivel del i(a), por el que todo amor está narcisísticamente estructurado. Si el intervalo entre S1 y S2, lugar donde se ubica el deseo está lleno, lugar de la pulsión oral, del des-ser…no logró hacer trabajo de “cesibilidad” del objeto buscando la alteridad en esa imagen no lograda de sí (TV y computadora), sin reversibilidad del guante, sólo banda de moebius, atrapada en una relación absolutamente reflexiva, volviendo sobre sí misma cual eco del caracol.
Juana no puede estudiar sola, necesita la presencia de Otro a su lado: la madre. Entonces el aburrimiento toca el punto de existencia del sujeto, donde el No Saber sobre su propio Real (a-burri-miento) será contorneado para pasar a una Privación del Desconocimiento de lo Falso, castración imaginaria que la lleva a captar el “a” en tanto lugar de la Verdad, para sacar a la libido de su estancamiento parasitario y hacer algo que no esté por fuera del deseo del Otro, narcisismo a mitad de camino, masoquismo fuertemente instalado que descansa sobre el lecho del Ideal del Yo, colchón de ensueños sin resorte apoyados sobre el lodo de las aguas que caen en una soledad que sombrea el vacío existencial, culpa y decepción son deudoras de una etapa inicial del sujeto que lo deja preso de esa raíz cortada conocida por nosotros como superyó, plenitud dramática del sujeto con el sujeto.
El cielo o la selva, el cielo o el infierno, Ser o No Ser, pregunta hamletiana que la paciente pondría en Acto en cada sesión, infierno del Je, errancia del ser: ambas tendríamos que ponernos la ropa del tío para matar a ese padre que sólo traba y duerme, para luego, salir al baile con la máscara que pone función de relevo al goce materno el cual tiene que descender con la barradura del A para que permita el acceso al deseo del sujeto.
En sucesivas oportunidades le pedí se mirara en un espejo que hay en el consultorio, colocándome a su lado y volviendo a construir la escena, como intento de desequilibrar la función de la representación, fisurar la juntura y establecer el relevo, de modo de crear un nuevo suspenso, un corto instante, hiancia entre necesidad y demanda. Afecto del deseo de Otra Cosa, referencia al punto de alienación del cual el “a” es apenas deducible, lo irreductible del sujeto que es del orden de la imagen.
Cuerpo doblemente desfasado en relación a esa imagen: etapa y obesidad no permiten la emergencia visual de los caracteres sexuales secundarios, ofreciéndose como objeto de burla de sus compañeros quienes la llaman injerto.
Lacan retoma el more geométrico de Spinoza, quien define una intuición propia del matemático, arte del tejedor, fina costura que va entrelazando las cuerdas: costura por costura. Pero, ¿cómo hacer para que la cuerda se vuelva consistente si no hay Receta que asegure el punto justo de cocción en una Escuela para Padres ni Psicoanálisis Preventivo? Cuando la puntada inicial que une la relación entre lo Imaginario y lo Reprimido Primordial falla, ahí nos encontramos con el arte del Analista.
Comienza el proceso de diferenciación y el trabajo sobre lo femenino: “vos sos igual que mi mamá” dijo, le pregunto en qué, responde que ambas nos pintamos los ojos, usamos aritos y nos pintamos los labios, oralidad/mirada/escucha: tres formas del objeto a en su constitución.
A continuación le pregunto en qué somos distintas y responde: “ella es gorda, vos sos flaquita; vos sos Psicóloga, ella es Enfermera”. La diferenciación le permite crear un lugar de opción, de elección y separar el sonido de la Nominación, distinta mirada, distinto Padre a seguir el de su madre y el mío, una Analista siempre es entre dos.
Les cuento, por último, cómo el síntoma comenzó a evanecer:
A partir de poner el título a su escrito y comenzarlo, las sesiones se convirtieron en un verdadero Show.
En el juego, cuando ella ganaba un partido yo lo festejaba con aplausos y cantando una canción inventada por mí que no tiene otro sentido más que el sonoro: “raca raca rachumba ieva”, mientras damos la vuelta olímpica alrededor del escritorio que no siempre acepta y a veces sólo canta y aplaude mirando como yo lo hago, y otras veces acepta mi forzamiento para hacerlo juntas.

Juana... su historia continúa, este Tratamiento también.

Trabajo presentado en la Reuniòn Lacanoamericana de Psicoanàlisis - Bahìa Blanca - 2009
Bibliografía:
Lacan, J: Seminario X, La Angustia.
Mail: mbpeisajovich@yahoo.com.ar

El Cuento como Recurso Integrador


El Cuento como Recurso Integrador:

Pensar el Cuento como Recurso Integrador, es pensar la narración y la lectura como punto de unión en un imaginario simbólico desprendido de lo Real. La lectura es diálogo, interlocución entre el autor y el lector, proceso continuo y de tensión constante entre ambos debido al posicionamiento activo que adopta el lector (acuerdos, desacuerdos con el texto), en interacción recíproca.
El Cuento no acosa, da libertad, entra a lo más íntimo del sujeto a través de la imagen y de la palabra que, por retroacción llega a lo más profundo del psiquismo, a su constitución misma operando en el lugar del sentido, proponiendo un vacío como posibilidad frente al lleno de la imagen especular (i(a)-i’(a)).
¿Por qué habría de ser integrado un niño a la situación escolar? ¿Qué lo deja fuera del sistema? Es que ¿alguna vez estuvo dentro?
Tomo el bullying como modelo de expulsión para referirme al tema, y me valdré del cuento: ·¿y dónde está ornicar?” ( otros, ej: “La ñina Bonita” como cuento integrador, “Abuela Tejedora”) como recurso para desarrollar mi hipótesis.
Bullying es un término inglés cuyo significado es hostigamiento, acoso, maltrato verbal o físico, discriminación. Olweus lo define como “la exposición de un alumno repetidamente y durante un tiempo determinado a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos”. Por acciones negativas alude a: intención de hacer daño verbal, físico, de modo gestual o incluso por omisión (exclusión de alguien dentro del grupo), siendo una condición importante el desequilibro de fuerzas tanto psicológicas como físicas, es decir, una relación de poder de uno sobre otro.
En todo grupo encontramos, por lo menos, un niño que sufre de acoso escolar y, por lo menos, un acosador, un chivo expiatorio y un líder negativo. Este problema se vio incrementado en los últimos diez años, disminuyendo en cambio, las agresiones físicas cuando aumenta la edad pero intensificando las agresiones verbales.
La falta de implicación de los docentes cuando plantean que son cosas de niños o que se arreglarán entre ellos, lo mismo que los padres, hace que el problema se agrave viéndose más perjudicado de este modo el niño cuanto más pequeño es (en edad). Cabe aclarar que la conciencia de los padres del acosador frente al problema es menor: hablan poco con sus hijos sobre el tema.
Nos interesa tanto el acosado como el acosador, ya que ambos están insertos en lo que llamamos “ relación de violencia ” : la falta de recursos simbólicos que les atañe a ambos; el acosado sufre pasivamente la violencia de su compañero (existiendo los llamados víctimas y los provocadores) y el acosador también sufre violencia, pero de su familia, transformando pasivo en activo; reacciona (con un compañero) activamente, lo padecido en silencio en su casa por agresión directa de su familia, en forma verbal o física, u opera por identificación a los goces de la pareja parental.
Los padres del acosador tienen, entre sí y con el niño, un déficit del registro simbólico; cuando no hay posibilidad de paso a la palabra, sabemos, se pasa a los hechos, al acto.
Si bien el deseo es el deseo del Otro, podríamos pensar que le produce al sujeto la pasividad de su compañero: “¿otra vez sopa?” dicen los niños, cuando ya no pueden más con el repetitivo cotidiano de todos los días lo mismo: peleas entre los padres/agresiones entre ellos y hacia los niños/ castigos verbales y corporales/desdibujamiento de la función paterna/falta de límites.
¿Es que acaso el Cuento se introduce de otra forma en la vida de alguien que no sea por la palabra de la Madre? Es la Madre quien comienza armando e inventando un Cuento para el bebé desde los primeros momentos de vida, significándolo, palabreriándolo, cantándole canciones de cuna que le fueran cantadas, frases que le arman a ese ser desprovisto que viene al mundo ya inserto por las palabras del deseo de la madre y que recibirá el baño del lenguaje desde el primer instante. Juego, Cuento, Palabra, Sueño y Lectura arman una cadena que le ayudarán a entender la vida y sus valores.
Si la función paterna hace marco, si la lectura está del lado de esa función, pensamos entonces la lectura y el cuento como algo que produce una ligazón en lo intrafamiliar, entre el niño y el Otro, entre el niño y los padres, entre el niño y la cultura.
La lectura se ha pensado desde hace años como un medio de conocimiento.
¿Por qué no pensar entonces que el cuento, desde su alto valor educativo, preventivo y curativo puede ayudar a alguien a integrarse en un grupo, se encuentre del lado del agresor o del agredido?
Si el Cuento es sublimación, por esta vía el niño puede hacer vacío de goce, libido objetal mediante.
Los cuentos terminan bien, tienen un final feliz, ése es el modelo imaginario simbólico que se le ofrece al niño. La atención apunta a ambos, agresor y agredido; ambos son pasivos en su situación de origen, del ámbito familiar y del encuadre del que provienen. En diversos estudios realizados comprobaron que la música, la pintura, la literatura, el arte, en todas sus manifestaciones, actúa como factor de protección frente a las conductas de acoso.
El agresor comparte un bajo nivel de autoestima con el agredido, sólo que el agresor tiene poco control de manejo de su ira, el agredido la controla demasiado a cambio. **
Sin embargo, el sentimiento de culpabilidad es algo a analizar como factor predictivo de la personalidad en caso de no revertirse el problema. En el agresor no encontramos sentimiento de culpabilidad; por el contrario, su discurso sostiene que no sólo está bien lo que hizo sino que se vio provocado por la víctima: discurso fuertemente sostenido desde la familia que, en defensa de su hijo respaldan la postura misma de ellos: su propia violencia padecida en su historia y transferida a su hijo. Los padres del intimidador suelen basar su educación en relaciones de poder y violencia, sin pensar que esto, a futuro, podría terminar en conductas delictivas.
En el caso del agredido, suelen tener relaciones dependientes y sobreprotectoras que producen niños y jóvenes más vulnerables a ser víctimas; sin pensar que por ello mismo algunos han llegado al suicidio.
¿No es acaso que necesitamos tres generaciones para hacer un neurótico o un psicótico? ¿Qué hacen las Instituciones Educativas frente a esto? Negar, silenciar, en ambos casos es ocultar. Son formas disfrazadas de mentir, como modalidad de resguardarse sobre las propias fallas: falta de medidas preventivas en cuanto a la violencia entre los niños, debido a la propia violencia ejercida desde los docentes y desde la institución misma.
María tenía 10 años, se encontraba cursando 5to grado en una importante Escuela Bilingüe de la Capital cuando un día al terminar su jornada, sale corriendo y se arroja a los brazos del padre quejándose del fuerte dolor en el cuello, dice que ya le había referido a la maestra su dolor. La magnitud del mismo era tal, que sus padres deciden consultar con un médico, quien luego de diversos estudios efectúa la urgente internación con el DG de “fisura del hueso hioides”, el cual se encuentra en el cuello. Hecho del que en el Centro Médico quedaron tan asombrados del traumatismo que su caso fue llevado a un Ateneo Profesional. Al dirigirse los padres a los Directivos de la Escuela, éstos plantearon total desconocimiento del tema, luego minimizaron, a posteriori intentaron ocultar. Los padres propusieron una reunión con el resto de los padres ya que María dijo que “de no haber mediado el grito de un compañero pidiendo ayuda, ella hoy no estaría aquí”, se ahogaba y ya no tenía aire, y que “pensé que me moría” cuando su compañero Diego le apretó el cuello con tal intensidad con una mano mientras la aplastaba con su otra mano y su gran cuerpo contra la pared.
¿Qué sucedió allí? La pregunta que desencadenó la violencia fue de orden sexual: “¿te gusta Fulanita?”.
Si bien el comienzo de esta patología no tiene edad, bien sabemos que la pubertad es el comienzo visiblemente más fuerte: el segundo despertar sexual, y allí fue la pregunta.
Ambos hijos únicos de parejas de padres de edad, ¿cuál es la diferencia entre hijo único y único hijo? ¿Dónde recae el lugar de único en un niño? ¿Cuál es el riesgo de buscar ese lugar para toda la vida?
Veamos un poco la vida de Diego: siempre hacía lío (había sido derivado infructuosamente a Tratamiento desde el Jardín de Infantes), se peleaba con todos, su cuerpo parecía de alguien tres años mayor, y dada su mala conducta en la escuela, los padres no lo dejaban salir a ningún lugar, ni siquiera a los cumpleaños de sus amigos y se quedaba en su casa mirando en televisión programas de artes marciales. La mimetización a la imagen hizo lo suyo, la frustración y el mal destete, o problemas relacionados con el mismo, dice Doltò, son causales de violencia siempre y cuando la función privación no opere. Terminó siendo el karateka de la institución escolar que nada hizo al respecto.
El perfil de acosada/agredida por parte de María, se completa con padres con bajísima autoestima, si bien de una clase media y con estudios universitarios, ella fue alojada en el discurso de soportar pasivamente; muy capaz intelectualmente, había ingresado hacía sólo un año antes a dicha Escuela, era solitaria por lo mismo, ya que el grupo no era permeable al ingreso de otros.
De modo que encontramos problemas narcisísticos en ambos, del lado de la imagen real en uno y del lado de la imagen virtual en el otro, el Yo, el Cuerpo.
¿Qué hizo la maestra ni bien se reintegró María? Sentarla al lado de Diego “para que no estuvieran enojados toda la vida”. Obviamente la paciente entró en pánico y no quería ir a la escuela, síntoma que ya había empezado a manifestar poco tiempo antes: dolores de estómago, de cabeza, por la agresión reinante en su grado.
Los padres comenzaron a hacer intervenciones fuertes en defensa de la hija, tanto en relación a su ubicación en el aula como una denuncia en la Dirección Gral. de Escuelas. Todas cayeron en vacío, agravado por la consecuente amenaza de la Directora hacia ellos por haber denunciado a la Escuela.
María estuvo largo tiempo en tratamiento, también sus padres, por el daño causado a su hija y largo fue también el trabajo que hubo que hacer con ellos por la falta de posición de madre y de padre.
El Cuento nos ayudó en la tarea con esta familia ya que había que reparar y reconstruir a cada uno en su lugar. El Cuento y la actividad literaria son la forma reparadora e integradora por excelencia. El cuento posee la cualidades del sueño, produciendo un dulce despertar a la vida a través del asombro, proponiendo por la vía de la proyección captar los síntomas, llevando al sujeto vía identificación con nuevos valores a otro mundo y produciendo insight en el lugar de la situación problemática.
Recordemos que el bullying suele comenzar por una diferencia física encontrada en el otro, que suele mostrar una minusvalía en el acosado: el cuatrochi por el que no ve, el sordo por el que no escucha, el tarta por el que tiene dificultades en el habla; innumerables son los ejemplos que podríamos nombrar de déficit en los niños que padecen la burla, el empujón, se les esconde la mochila, y tanto más, quedan como chivos expiatorios del sistema, uno en déficit: el acosado, valiéndose de la pasividad, el otro transformando el mismo en plus: el acosador.
Otras formas de bullying también son:
1) El cyberbullying: consiste en conductas hostiles sostenidas de forma reiterada y deliberada por parte de un individuo o grupo, con la finalidad de producir daño a otro, mediante la utilización de las tecnologías de la información y comunicación (TIC). Puede llevarse a cabo utilizando mensajes de texto a celulares, chat, mensajería instantánea, foros y grupos, páginas web dedicadas a la victimización de una persona específica.
2) El grooming: consiste en una estrategia utilizada por abusadores sexuales para manipular niños, niñas y adolescentes, así como a los adultos de su entorno encargados de su cuidado, para obtener control sobre la víctima en el momento de la situación de abuso.
Hacer públicas estas situaciones de acoso frente a los compañeros, pone en juego mecanismos de cooperación y solidaridad entre los mismos.

El cuento no tiene edad, el bullying: sí. Cuidar y Educar a Nuestros Niños es Cuidar la Vida y darles un Mundo Mejor.

Bibliografía consultada:
· En Anuario de Psicología Clínica y de la Salud, No 2, 2006: Diez Referencias Destacadas de Acoso Escolar, MC Núñez Gaitán, S. Herrero Ramuzgo, Ma. Del Mar Aires González (Universidad de Sevilla, España)
** http://www.psicomed.net/a_bullying.html
Autora: Lic. Mònica Beatriz Peisajovich

..y en el comienzo era la oscuridad..



Mónica Beatriz Peisajovich

La madre llega a la consulta con su hijo Raúl. Viene, dice, por el cuarto tratamiento. Refiere que decidió cambiarlo de escuela y que el Gabinete Psicopedagógico de la institución la citó a una entrevista con ambos, y que le informaron que aceptaban al niño bajo condición de que comenzara un tratamiento psicológico, fundando tal condición en los resultados obtenidos por Raúl en su Boletín de Calificaciones y en el Dibujo de la Familia que se le pidió que haga. La imagen muestra a Raúl junto a su madre: se ha dibujado sacando la lengua. La madre dice interpretar ello como una burla a quien lo mira.
La madre también aduce, con cierta timidez, que consulta porque alguien le dijo sobre el ADD de su hijo. Considero pertinente tranquilizarla planteándole que ningún dato proporcionado hasta el momento indicaría tal diagnóstico. Y recomiendo la urgencia de contener rápidamente a Raúl, tanto como proceder a la evaluación correcta de su síntoma y ubicar a cada uno.
Raúl tiene 9 años. Vive con su madre en casa de los abuelos maternos, padecientes uno de la enfermedad de Alzheimer y el otro de depresión crónica. Sus padres se separaron a sus dos años de edad, cuando la madre se enteró que el padre era adicto a drogas.
Primera Entrevista con Raúl
Pido un dibujo a Raúl. Mientras lo hace observo que se come mucho las uñas. Pienso en esas partes duras del cuerpo que deben ser arrancadas por él…¿qué de la consistencia en los extremos de su contorno falló?... ¿qué no pudo concluir y él debe arrancar como forma de hacer signo visible en su cuerpo ante los ojos de Otro que le hiciera significación? ¿qué arranca del Otro en él mismo?
Raúl relata que éste es su tercer Tratamiento. (Recuerdo que la madre dijo que era el cuarto). Que el primero fue a sus siete u ocho años y duró dos o tres meses. Que lo hizo porque sentía nervios en las pruebas y miedo a que le fuera mal.
Que el segundo Tratamiento fue el año en curso, porque tenía pesadillas que aún no terminaron… Y que por eso él pidió a su mamá comenzar un tratamiento. Raúl refería esto mientras mantenía las manos cerradas con forma de puño: decía: "para que me vaya más bien en la Escuela, para estar más tranquilo, para cambiar algunas cosas: no ser atolondrado..., me impaciento…en casa estoy aburrido cuando no estoy haciendo nada." La pacificación es función de la inhibición.
Dice que anoche tuvo otra pesadilla:
Estaba en su habitación y del ropero salían unos monstruos que lo sacuden y lo quieren atacar…dice que le hacen mal y se ahoga en el sueño.

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Cuando Raúl era pequeño, pedía que su madre dejara la luz encendida para conciliar el sueño…tenía miedo a la oscuridad…¿Nadie se dio cuenta de ello? Podemos pensar esa oscuridad como la falta de corte en el intervalo entre el S1 y el S2, falta de escansión entre ambos significantes, es decir, como una holofrase entre ambos significantes sin llegar a hablar de una estructura psicótica.
¿Qué de la relación al objeto está aquí en juego?
Lacan responde a esta pregunta diciendo que el objeto se presenta de entrada en una búsqueda del objeto perdido, el objeto es siempre el objeto vuelto a encontrar perdido. Dicho encuentro es con lo real, de reciprocidad imaginaria. La identificación con el objeto está en el fondo de toda relación con él. Al objeto primero, objeto materno se lo rememora sin modificación, de manera que la marca del estilo de ese objeto primero seguirá en el objeto.
La dialéctica de un análisis irá en torno de un objeto mayor, el falo.
Lacan se aleja de Balint en cuanto a la formulación que sostiene la relación en función al signo, para hacer su propia conceptualización en torno al significante.
El niño se identifica con una imagen investida desde el exterior, proveniente del ideal del yo de la madre, marcada por el intercambio simbólico, categorizada por el lenguaje.
"El Otro como metáfora del rasgo unario, lugar de todos los unos que se suceden, cuya metonimia es el sujeto mismo…", al decir de Lacan.
El Otro está representado por la Madre como lugarteniente, sede del lenguaje que ofrecerá al niño para proporcionarle acceso a la vocalización, al fonema… El fonema acoplado a otro fonema es el significante con la posibilidad de Nombrar, simbolizar y salir de la oscuridad de dicha relación. Así, aunque recordemos, el lenguaje siempre va a estar anudado a lo real.
El sujeto, a partir de la imagen en el espejo, es el sujeto de la demanda; el sujeto que pide y ¿qué quiere?, ¿qué quiere el Otro?, ¿qué me quiere?, ¿qué quieren que quiera para que desde allí quiera?
A través de esta imagen el niño quedará capturado en el deseo de la madre (-fi), origen de la angustia y de la fobia.
El sujeto se constituye por la falta-en-ser, lugar metafórico del Padre, soporte de la fobia de Juanito, motivo de consulta de tantos niños que padecen alguna fobia ( a partir del A, relación de reciprocidad imaginaria). El problema de Juanito como el de Raúl, no es alejarse de la madre, sino que tal vez, siempre tenga que volver a ella.

En otra sesión Raúl trae un juguete. Veo que es una arañita negra. La saca para jugar él solo, para manipularla hasta que ve que lo veo y le pregunto qué es, para qué tiene esa arañita con él. Dice que no se llama arañita, que se llama Martita, diminutivo con el que llaman a su mamá en cada uno de sus trabajos… Le agradezco haberla traído para mostrármela.
Raúl trajo su objeto fobígeno para que yo lo viera y creara otra mirada, una mirada con corte, corte y empalme…
Martita y Martín (su segundo nombre) son homofónicos, excepto en la "n" que cae y su mamá no respeta el NO: Raúl tomó pecho hasta los dos años y tres meses.
Y no es que nos volvimos kleinianos ni representantes de no sé qué teoría: es que el pecho materno cobra valor en la cesión del don (recordemos la estructura del vel: y – o (conjunción – disyunción), pero también mayor – menor) y en la función de corte para el niño y para la madre (siempre y cuando la Ley haya operado en ella, desde ella). Esto no ha sido logrado efectivamente en la madre, primer acceso a lo que no vio en su hijo, y que reapareció luego en forma de síntoma. Los objetos a son representantes de esto que se pierde.
Le pregunto si la idea es llevarla a la Escuela para asustar a sus compañeras (dado que es muy parecida a una araña real), y frente a su afirmación, le pido que "me deje a Martita, yo la cuidaré hasta la próxima sesión". Era mi propuesta de domesticar a la mamá, como quizás intentó el Principito domesticar al zorro, cuando se ofrecía como objeto frente al salvajismo de la indefensión, metafóricamente comparada.
Los objetos fobígenos nombran una precariedad, siempre indican al significante fálico, porque es el significante de la falta…¿de quién?: de la falta del A, ese Otro materno, tesoro de los significantes, precariedad del Padre Real también. La fobia a la oscuridad sufrió un desplazamiento a la araña. Él es portador del objeto fobígeno. La oscuridad es el antecedente de la araña, aparece desplazado años más tarde. Esta aparece en el medio de ser el falo. El objeto fóbico viene a cumplir su función sobre el fondo de la angustia.
Si seguimos a Daniel Paola nos dice que: "La significación es una especie de distracción sobre el fenómeno de la "necesidad", sino fuera así, estaríamos a perpetuidad sin conceptualizar entre lo externo y lo interno, a merced sólo del estímulo. Si todo real es supuesto, es un efecto a posteriori y no está adherido a lo real como caos. Ese realsaber expresa un tiempo donde la pulsión es primordial y no se ha producido su recorrido. En un análisis establecemos la separación entre real y saber porque esta adherencia resta siempre en la raíz del síntoma. " En el dibujo citado precedentemente, Raúl junto a su madre, establece esta adherencia ubicándose él en el lugar del padre junto a la madre, en clara actitud de burla frente a la mirada de quien lo solicitó, el Gabinete Psicopedagógico de la Escuela a la que iría a ingresar, lugar de la Ley que no ha operado adecuadamente en él, función del Padre Simbólico, aquel con el cual no hay forma de ganar, y que es el Nombre del Padre.
Raúl dibujó en su lugar la "burla" según interpretación de la madre. Lo cual concuerda con la figura de su verdadero padre, del cual fue separado a los dos años de Raúl por su adicción a drogas. El padre de Raúl no se ha hecho presente a mis pedidos de entrevista. Aún, por el contrario en tales ocasiones, esperó a su hijo sentado en un umbral en la vereda frente al consultorio, sin tampoco avisar de su ausencia. Es de hacer notar que también las siguientes parejas de la madre que Raúl conoció, eran adictos a drogas.

Actualmente Martita permanece en mi escritorio. La adorné con una pulserita mía que cumple la función de collar, con piedritas de colores y un anillo, para que otros pacientes, niños también, no salgan aterrorizados del consultorio por verla, ya que representa los genitales femeninos en crudo. Y esto no es sin consecuencias. Los adornos de Martita operan como velo y permiten desplazar el objeto fóbico, el cual, ya velado, ya adornado, es el objeto de deseo materno.
Raúl pudo hacer el corrimiento del lugar de objeto-recubrimiento de la falta de la madre, para pasar a ser un sujeto, que al menos puede quedarse solo en su casa sin miedo a ser devorado por la oscuridad, sin miedo a perder de vista a su madre, sin miedo a perderla…
La cuestión de la fobia, se centraría entonces en delinear el objeto, especificar el contorno de ese objeto de estatuto imaginario a nivel de frustración, nivel real para el sujeto, antecedente de la angustia. La frustración ocupa un lugar central en la tabla, lo cual no significa que no pueda terminar desestabilizando por completo la estructura del sujeto o produciendo a futuro una ruptura fantasmática; es pre-edípica, por lo tanto es preparatorio, base y fundamento del Complejo de Edipo.
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Agente Falta de Objeto Objeto
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Padre real Castración imaginario
Deuda Simbólica
__________________________________________________________________
Madre simbólica Frustración real
Daño Imaginario
Padre imaginario Privación simbólico
Agujero Real
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La fobia al animal es una proyección de un punto de detención de lo imaginario, de coagulación a una hemorragia en lo imaginario, tributo que el niño paga al Otro por pertenecer al orden de lo Simbólico, como si fuese lo Imaginario marcado por la dimensión del agujero enlazado a un Real que no cesa de recordarle su ex-sistencia, anillo simbólico que cuelga en una cadena chirriante de exceso del Goce del Otro.
La angustia es lo que no engaña en el momento en que se hiende y se abre sobre su fondo (Seminario X). En dicha situación traumática, el sujeto cede a la situación. Dicho carácter de "objeto cesible" es uno de los caracteres del "a" y marca a todas las formas del objeto a. " Los puntos de fijación de la libido se hallan siempre alrededor de alguno de esos momentos que la naturaleza ofrece a esa estructura eventual de cesión subjetiva", dice Lacan en el Seminario X, clase 24.
El primer momento de la angustia, en torno al trauma del nacimiento, el destete, no se refiere tanto a una necesidad como a una cesión del niño a ese pecho del que ES como parte de sí mismo, objeto de soporte de lo que en otro registro fue percibido / llamado como derelicción ( inaptitud, indefensión), y del cual el ser viviente quedará a expensas de lo que perdió en función de la falta establecida para ese objeto. Este objeto es "reemplazable", de intercambio. Nuestra cultura se ha encargado de ello con la mamadera, es decir, ponemos al "a" en reserva, en stock, lo llevamos en el bolso de mano, lo conservamos en la heladera, pedimos que lo entibien en un microondas cuando salimos de paseo, con el bebé y el "a" portable. La evocación de esa cesión del objeto cesible la encontramos representada en el Objeto Transicional Winnicottiano, no hay investimiento del a, hay investidura.
La voz pertenece a la colección de lo objetos cesibles, cual libros ordenados en un estante, metaforiza Lacan. Vemos su coyuntura con la angustia: imagen especular, imagen del cuerpo en estado separado, en estado cesible bajo la forma de fotografías, dibujos…Es muy probable que Raúl haya escuchado a su padre durante el acto sexual, no así a su mamá, lo cual hubiera instalado en él el fantasma de una mujer (en su madre) que place y siente placer (Construcción freudiana armada en función del relato de Raúl y del sueño consignado en el principio). Al no escuchar la escisión Madre-Mujer, el significante Madre en Mar-tita cobra la significación de la inconmensurabilidad de la vagina representado en la araña, que con esa gran cantidad de patas lo lleva todo para sí, largando líquido por ellas mientras teje su red, líquido que ciega al que lo vé.
Freud relata una escena donde un niño en la oscuridad, le dice a su tía:
-" Tía hablame, tengo miedo."
- "¿Pero de qué te sirve? si no puedes verme - pregunta la tía."
- "Hay más luz cuando alguien habla - responde el niño".
Es en su función más natural del objeto cesible que el objeto anal interviene en la función del deseo como causa, constituido sobre la función de la falta.
Ese objeto fóbico cobra la tonalidad de una infinitud, eterna repetición de una mismidad que se sucede sin posibilidad de intervalo, lesionado, dañado en su constitución (real) que producirá a futuro exigencias desenfrenadas, sin ley.
Lacan plantea que la fobia constituye una Llamada de Socorro, llamada a la Ley en la Madre y al Padre en dicha función. La llamada de un elemento singular, extremadamente simbólico y extremadamente imaginario. Lacan se aleja de Freud al poner el acento en el objeto y no en la relación con el objeto (no hay armonía preestablecida entre objeto y tendencia).
La llamada al objeto materno (el pecho) se produce en ausencia. En presencia se rechaza en el mismo registro que la llamada, o sea mediante una vocalización. La escansión de la llamada es un esbozo de orden simbólico.
Objeto real (pecho)
+ escansión I
marcas / huellas
R – S

La relación entre el objeto real, la escansión, las marcas o huellas que deja, es lo que permite conectar R + S.
La frustración no es privación, se refiere a la dimensión de la espera. Algo de lo que uno se ve privado por alguien que precisamente no podrá esperar lo que le pide.
La verdadera importancia que el objeto sea frustrado o no, radica en la dialéctica que sitúa la legalidad y la gratitud, la cesibilidad, como condición necesaria para el establecimiento de un orden simbolizado en lo real.
El placer de ser tomado como objeto en aquel momento o la pasividad de ese antaño, retorna erótica en la entrega como objeto en la pubertad tansformando pasivo en activo a través de la seducción.
Raúl, cada vez, asiste a la consulta acompañado por su madre. Ella lo deja y se va a trabajar. Cuando termine la sesión, él tendría que ir solo a la escuela, y desplazarse las seis cuadras que median con el consultorio. Le planteo ello a la madre y que Raúl tiene miedo. Ella niega y responde que "él no tiene miedo"…. Ni que lo tuvo a la oscuridad. Tampoco la ley operó sobre la madre, "no vio"…
Lo acompaño cada vez. Algunos días me pide que lo deje faltando algunas cuadras…otras me pide que lo acompañe hasta la puerta de la Escuela.
Actualmente vive con la madre y su actual pareja. Trae dinero. Al pasar por un kiosco camino a la Escuela, me pide lo acompañe a comprar golosinas. Me obsequia una: un chicle recubierto con caramelo con un sticker para adherir a algún lugar de mis pertenencias. Lo guardo cada vez…vamos comiendo juntos, chicle, haciendo globos por la calle, mientras aprendemos a cruzar…mientras construimos un nuevo " a", juntos…


El presente trabajo figura en la Revista Electrònica Fort-Da, Nùmero 10, Noviembre 2008.

Bibliografía Consultada:
J.Lacan: Seminario IV – "La Relación de Objeto". Edit. Paidós.
J.Lacan: Seminario IX – "La Identificación", Clase 7. Traducción de la E.F.B.A.
J.Lacan: Seminario X - "La Angustia", Clase 24 .- Traducción de la E.F.B.A.
D.Paola: Erradamente la Pulsión, Edic HomoSapiens.-
Winnicott: Realidad y Juego, Ediciones Gedisa.
M.B.Peisajovich: "Más Acá o Más Allá de Un Padre", en Reunión Lacanoamericana de Psicoanálisis, Montevideo, Uruguay 2007-


Agradecimientos:
A Daniel Paola: por su constante acompañamiento.
A Ariel Pernicone: por la invitación a la escritura y la cita de Freud.
A Josefa Abella: por el estilo.

Mónica Beatriz Peisajovich


Interrupciòn de la Escritura en un Niño Normal -


“Más Acá o Más Allá de Un Padre”

Mónica Beatriz Peisajovich


Juan tenía 9 años en el momento en que la mamá me llamó para solicitar un Tratamiento para su hijo, quien cursa el 4to. grado de una escuela parroquial de media jornada, a la que se incorporó este año. Vienen a la consulta porque Juan escribía pero ya no lo hace… Al efectuar la anamnesis a la mamá, la respuesta referida acerca del gateo, reinstaló con su negativa la incesante pregunta que llevo dentro desde casi toda mi trayectoria profesional.
A partir de allí, comencé con este Trabajo de Investigación que interrogaba mi clínica con Niños y Adolescentes.
¿Por qué algunos niños gatearon y otros no?¿Hay alguna relación entre el gateo y el problema por el cual consultan?¿Por qué los niños en consultas por dificultades de aprendizaje, no habían gateado?¿Cuál es la relación entre gateo y aprendizaje?
¿Qué tipos de dificultades de aprendizaje tienen los niños que no han gateado?
El propósito de este trabajo es demostrar que el Padre Imaginario (PI) es fundante de la estructura del gateo del bebé. La importancia del gateo reside en que sin él, el niño –a futuro- tendrá dificultades en la lectoescritura, la comprensión de las ciencias exactas, la geografía.
Razón de Ser del Gateo:
Gatear es el doble paso intermedio entre la posición de cúbito ventral o sentado a cuadripedia, y de ésta a la bipedestación. Esta etapa que viene preparándose desde los primeros meses de vida, cierra alrededor de los ocho meses, punto de concurrencia del Estadio del Espejo y del Objeto Transicional, de aparición de los primeros dientes y de la incorporación de los primeros alimentos sólidos.
A nivel neurológico:
el gateo desarrolla la estructura de hombros, codos, muñecas, rodillas y tobillos; la sensibilidad táctil de los dedos; favorece la comunicación interhemisférica - mediante el desarrollo del cuerpo calloso-, es motricidad gruesa y preparatorio para la motricidad fina. El desarrollo de dicha capacidad comienza con el gateo mismo.


“Más Acá o Más Allá de Un Padre”
Al producir Coordinación de ojo-pie-mano, el gateo genera la vivencia de espacio y tiempo. Al concretar operaciones cerebrales muy sofisticadas como la lectura y la escritura, crea bases para el proceso de lateralización.
A nivel Visual, el gateo desarrolla cuatro aspectos concatenados :
- ejercita la visión binocular, o sea la fusión de imágenes en una completa e integrada,
- desarrolla con gran intensidad la visión estereoscópica (tridimensional), la cual permite apreciar volúmenes;
- estimula la convergencia y la acomodación que confirman a qué distancia está un objeto y focalizarlo correctamente;
- potencia la visión periférica, la cual permite la orientación en el espacio.

Del importantísimo aporte del Neurólogo argentino de reconocimiento mundial, Dr. Natalio Fejerman, fundador de LACE ( Liga Argentina Contra la Epilepsia), ex Presidente de la Sociedad Argentina de Neurología Infantil (S.A.N.I.), y de su prolífica bibliografía se desprende que el 18,8% de los bebés, no han gateado.
Distingue tres tipos de gateo:
- en cuatro patas
- en posición sentado (shuffling) (con su variante sentado hacia atrás)
- rolando
Según el especialista español en Neurodesarrollo, Dr. M.T. Aldrete, “el 95% de los niños que no han gateado tienen problemas de lectoescritura y el 5% restante lo suple trabajando la manualidad. Así, el gateo es un ejercicio preventivo para la lectura”
Del intercambio con Rosina Uriarte, especialista en Estimulación Temprana y Directora del CentroBilingüe de Estimulación Temprana Brisbane, en España, encuentro en los datos aportados acerca de la utilización que allí ella hace del gateo: como un trabajo en el que está puesta la actividad de gatear como básica, empleándolo en niños de distintas edades con dificultades escolares, tanto en modalidad de trabajo individual como grupal.
Asimismo María García Morán, Psicóloga Infantil y Especialista en Estimulación Temprana: tiene al gateo como pilar en el desarrollo de la funcionalidad de la estructura ósea articular y del desarrollo de funciones de oxigenación.



¿Qué de lo constitutivo(o constituyente) podría influir en la adquisición del aprendizaje?¿Cuánto de lo libidinal de ese padre está allí en juego?
Un padre es responsable por la motricidad de un hijo en el gateo.

Qué nos dirá el Psicoanálisis?
Hay un Padre de la Exterioridad que hace Interior en el sujeto, esa Exterioridad proviene del Padre Imaginario cuya historia la transmite a su hijo.
La estructura psicopatológica de Un Padre influye, es determinante en el gateo y en el sistema de aprendizaje de un niño.
Es ese padre el que da seguridad al Cuerpo: Padre del Juego, Padre de la Plaza, Padre de la Acrobacia, Padre del Ingenio, Padre del Tropismo muscular de un hijo.
Qué de él hace borde. Lo Escópico de Un Padre es Posibilitador, sella sobre el cuerpo del niño, al entrar hasta las fibras más profundas de su cuerpo, de su musculatura, de sus movimientos. Esa mirada que hace cadena en el Rasgo Unario, crea la fuerza suficiente en la musculatura de un bebé para que se desplace. Ese Padre es el 4to plano, Una 4ta dimensión que da volumen con su recorrido, es el Tiempo en la Física;
es la dirección en el espacio con ángulo recto a las 3 dimensiones observables en la geometría: es Uno en el espacio al decir de la Arquitectura, de la experiencia reubicada y reinsertada en el plano del Yo.
¿Cómo podríamos pensar ese padre en un Exterior Interno al circuito M-Nñ-falo de la 1ra. Triangulación? ¿Qué decir de ese primer tiempo?
¿Cómo llega el niño a decir No en el 3er. Mes al mismo tiempo que se sienta? Cómo anticipa con ese No al Sí, cómo se anticipa ese Padre a la Madre?
El Padre con su mirada crea la fuerza suficiente en la musculatura de un bebé para que se desplace.
Me pregunto qué letra de Un padre marca el Cuerpo. Es el Padre Imaginario el que posibilita que un niño gatee, intervención que será decisiva De Entrada.
El gateo es la estructura fundamental y condición para que un sujeto pueda escribir e inscribir su Ser en el aprendizaje, paso intemedio entre bebé y niño, estadio transicional del sujeto humano donde el desprendimiento y la separación advierte sobre lo que vendrá o no para ese sujeto, cuyo baño del lenguaje materno ya no alcanza.


Sabemos por nuestra clínica que basta con sólo indicarle a Un padre que Mire los cuadernos de su hijo todos los días, que firme él su boletín, para que algo del síntoma empiece a moverse.
Cuál será el piso, entonces que el niño necesita para aprender a gatear. Es el Padre Imaginario que según su Estructura hará presencia suficientemente buena o no en ese Cuerpo del que se tendrá que ir desprendiendo poco a poco. Es Un padre entonces, Sostén y Transición desde lo Imaginario hacia lo Real, privando y permitiéndole a la madre el uso de algún objeto sustituto en su lugar. (Lacan, Semin. V) y continúa: “El Padre Priva a alguien de lo que a fin de cuentas: NO TIENE”. Esto tiene proyección en el plano simbólico, Es una Privación y toda Privación Real requiere de la Simbolización. El sujeto deberá aceptar, registrar, simbolizar él mismo y convertir en significante: esa Privación de la que la Madre es Objeto; por lo tanto, no hay sino una sola opción, una sola salida: Asume, Acepta o Rechaza esa privación.
El bebé levanta la cabeza, sonríe para esa madre que sostuvo fuertemente el fantasma de ese padre, y allí, desde ella, se encuentra con la Mirada de Un padre. Uno y sólo uno podrá constituirlo y darle forma, será una y sólo una la Mirada. Imaginario del Padre será Imaginario en el Niño, marca originaria grabada sobre ese ser, será piel y será órgano, atadura o libertad de corporeidad, incorpóreo en el que funcionará un S1 que inciará la serie que sintomáticamente repetirá toda la vida. “La pulsión siempre tiene a la inhibición como función” (Daniel Paola)
El bebé del 8vo. Mes, del objeto transicional, del espejo, desde el espejo curvo es mirado por ese padre y en el gateo pasa a “Hacerse Mirar” por él ( 3er piso de la pulsión desde el padre al niño).
Acostado, boca abajo, levanta la cabeza. La mirada de Un padre “abre” los puños y las transforma en manos que se abren, apoyadas sobre el piso…: sostendrán en sus brazos la fuerza y el peso de todo el cuerpo. Ese padre, como piso, sostiene y separa al niño de la madre-como Suelo- , hace corte. El bebé levanta el cuerpo del suelo transformándolo en piso. El bebé mueve las piernas y con ello ubica su cuerpo en el espacio; lo cual le servirá como punto de acomodación y adaptación, preparatorio para acercarse luego al saber y al conocimiento de los contenidos de la geografía y de las ciencias exactas.



Entonces, la relación entre la estructura del padre y el gateo, Pulsión mediante, es directamente proporcional.
Sin el gateo va hacia la dificultad en el aprendizaje de la escritura, del conteo, de la matemática. Esto es equivalente a afirmar que Psiquismo y Cuerpo se corresponden por transitividad recíproca: Uno no puede existir sin el otro, y sólo pueden co-existir: 1) fallidamente,2) alternativamente. Un paso…un número…Un paso…una letra…Un paso…una escritura…un lugar en el mundo…
Si partiendo del conjunto vacío para constituir ese cuerpo, el bebe no logra mover sus piernas en alternancia, no hace clasificación, va seriando por la vida sin haber incorporado su cuerpo en un juego de alternancia, condición para la transitividad:
si A….B, si B….C= A…C
Si el Cuerpo de Un Padre no opera como un posibilitador de vacío del goce A/
(/ barrada), desde el espejo curvo, mostrando en forma panorámica y con el volumen que dicho espejo le confiere, desde su cuerpo agachado frente a su hijo, un modelo sosteniendo al mismo tiempo la mirada: el niño queda en un todo lleno. Es la imagen intraorgánica de sí mismo, despertada muy tempranamente por la mirada de ese Un Padre. El bebé necesita apoyarse en el toro del Otro de ese PI, y si ese Padre no posee estructura suficientemente fuerte no hace legado a ese hijo, ni da posibilidad de un efecto de sustracción.
Ese espejo esférico soporta la primera identificación, sobre él se apoyarán las proyecciones del Otro (/sin barrar), las cuales le serán devueltas desde el S1 barrado de ese Padre. Ese Un Padre produce el corte entre el esférico y el S1, regulado por el Ideal. Devuelve las imágenes desde ese espejo esférico, vigilando y observando con su mirada desde el exterior que ese interior le confiere. El Padre Imaginario, hace de ese vacío restante, el lugar inalcanzable de lo que se moverá a la vez dentro del cuerpo. El Padre Imaginario, padre del 3er. Tiempo del Edipo, el de la privación, se anticipa plenamente en este estadio del desarrollo de la vida, el del Ideal del Yo en su función Terminal, el mismo al que muchas veces vemos a pacientes identificados en un análisis.






¿Qué mira Un Padre en un hijo?
Un Padre Imaginario hace producir. De su estructura psicopatológica dependerá la mayor o menor presencia : un padre adicto, un padre no dicho por su propio decir que lo antecede, con estructura de personalidad yoica lábil, es directamente proporcional a la labilidad en el hijo.
Sobre una línea que lo expusiera, se estará de un lado o del otro del cero:
(PI-: Padre Imaginario en déficit
PI+: Padre Imaginario en exceso)
PI+ ………………………..0……………………....PI-
0 = cero de la recta.
PI- = Padre Imaginario en Déficit, en Menos.
PI+= Padre Imaginario en Exceso, en Más.
Lo que habrá que tener en cuenta, es: a qué distancia del cero se encuentra ubicado ese padre, ya que justamente a mayor distancia: mayor patología; el exceso, como sabemos, no garantiza el éxito en el la lectoescritura, aprendizaje, etc. Esto significa que la función Privación tiene una gradación registrable en el cuerpo (cual física cuántica que marca que a mayor distancia del núcleo mayor potencia de energía). Configuración Nodal, la cuestión será en el Plano Imaginario: to be or not to be…el falo,
PI+:Un Padre Imaginario con exceso de mirada producirá un nivel de hipertonía que encontramos con frecuencia en la clínica.
PI-: hipotonía en el niño, cuerpos sin tono, baja preferencia al deporte, dificultad en el aprendizaje, figura humana acorde a la Imagen Corporal empobrecida desde su inicio; depresivos o desafiantes, eternos repitientes del Sistema educativo.
La hipotonía provendrá entonces, como la resultante de una deficiencia patológica en la estructura paterna nominable en el primer piso de la pulsión. Hay un más allá de lo simbólico que actúa desde lo Imaginario del Padre al Imaginario del Niño. La hipotonía, podría ser para nosotros un 1er. Indicador clínico de la estructura psicopatológica del padre y por lo tanto del niño, de la estructura familiar y lugar de ese hijo en el entramado familiar, si pensamos que, el padre como mancha irá al lugar del enjambre de la madre para hacer nido en la estructuración psíquica de ese niño.
¿Cuál es el punto justo del Padre Imaginario para que se produzca el Ideal?
El Ideal del Yo también es una instancia Externa que hace Interior al sujeto en tanto está encarnado en el Padre, insignia con la que se sale del Edipo, límite de la serie, Punto de Identificación en dirección de lo Imaginario a lo Simbólico, Imaginario al que utiliza como Significante.
Si la Identificación del Ideal del Yo se produce en el nivel Paterno, es precisamente porque ahí el desprendimiento con respecto a la relación imaginaria es mayor que en el de la relación con la madre.
El punto donde coincide el Padre Privador con el Padre Imaginario será el de constitución del Ideal; punto del esquema óptico donde algo de la mirada NO debe pasar, pantalla convirtiendo lo transparente en traslúcido .
¿Cual será el lugar del Analista en el análisis de un niño con estas dificultades?
Trabajar sobre la significación, que por ser gramatical, ratifica que la segunda frase se vuelca sobre la primera, demostrando con esto que no hay universal que no deba contenerse en una existencia que la niega, si el niño no gateó es por que un PI- lo alojó, le ex-siste; el Análisis tendrá que reducir ese universal a lo posible. Dado que el inconsciente se ordena en discurso, nuestra tarea tendrá los mismos inconvenientes que la del matemático: rescatar el valor de la experiencia de una verdad de la cual, no sabe de qué habla.
El analista es función Nombre del Padre, Ünico significante paterno, Palabra Articulada quien en un más allá con su quehacer, creará la ficción que producirá un aferramiento a lalengua inscribiendo significación a lo que quedó en el sin sentido haciendo agua en la mar…. Sostén, mirada en alternancia, actor y espectador de la escena lúdica de otra instancia paterna ligada al Ideal…Frente a la marca: un raspado-una pincelada…un raspado-una pincelada.



Trabajo Presentado en la Reuniòn Lacanoamericana de Psicoanàlisis - Montevideo 2007 -



Bibliografía
- Agamben, Giorgio: La potencia del pensamiento. Ana Hidalgo editora.
- Amigo, Silvia: Clínicas del cuerpo. Ediciones Homo Sapiens.
- Amigo, Silvia: Paradojas clínicas de la vida y la muerte. Ediciones Homo Sapiens.
- Coriat, Lydia: "Las bases neurológicas y la maduración psicomotriz".
- Fejerman, Natalio-Fernandez A.: Neurología Pediátrica. Ediciones Médica Panamericana
- Ferrero Narciso y colaboradores: Conceptos de Pediatría. Librería Akadia Editorial
- Lacan, Escritos 1, El estadio del espejo como formador de la función del yo. Siglo XXI editores.
- Lacan: Seminario V, Las Formaciones del Inconsciente. Edit. Paidós
- Lacan: Seminario XII, Problemas Cruciales para el psicoanálisi, Publicación de la EFBA.(Escuela Freudiana de Bs. As.)
- Lacan, Seminario XIV, La Lógica del Fantasma, Publicación de la EFBA.
- Lacan: Seminario XXII, R.S.I., Publicación de la EFBA.
- Lacan, L’Etourdit, Publicación de la EFBA
- Lacan, Diccionario de topología.
- Paola, Daniel:Lo incorpóreo. Ediciones Homo Sapiens.
- Paola, Daniel: Erradamente la Pulsión. Ediciones Homo Sapiens.
- Piaget,J: Psicología del Niños. Ediciones Morata.
- Seminario dictado por Benjamín Domb en E.F.B.A.: El Fantasma y el Goce, año 2007.
- Seminario dictado por Cristina Marrone en Convocatoria Clínica: año 2004
- Seminario dictado por C. Marrone en Convocatoria Clínica, La Angustia, año 2007
- Seminario dictado por Daniel Paola en E.F.B.A: Transadolescencia, año: 2004.
- Seminario dictado por Daniel Paola en E.F.B.A.: Transferencia e Identificación, año 2007.
- Spitz, René A.: No y Si. Ediciones Hormé.
- Winnicott,D: Realidad y Juego, ed. Gedisa





“Más Acá o Más Allá de Un Padre”


Acerca de las posturas académicas y de trabajos realizados por el Dr. M.T. Aldrete, por Rosina Uriarte y por María García Morán consultar:
- http://estimulacionydesarrollo.blogspot.com
- http://www.webdelbebe.com/gatea/beneficios-de-gatear.html

Autora: Mónica Beatriz Peisajovich: mbpeisajovich@yahoo.com.ar

Reg.Prop.Intel. No. 614378